Las regatistas argentinas Victoria Travascio y María Sol Branz permanecieron tres días aisladas al llegar a Tokio tras ser informadas de un caso positivo de coronavirus en el avión que abordaron, lo que hizo aplicar el criterio de contacto estrecho por parte de las autoridades de Japón.
Las atletas fueron sometidas a cinco testeos, todos con resultado negativo, y al cuarto día de aislamiento recibieron la autorización para poder entrenarse con protocolos específicos, contaron en la cuenta que comparten en Instagram.
"Por suerte y gracias al gran trabajo de muchas personas, al cuarto día nos dejaron salir para navegar y nos dieron un lugar separado en el club para armar nuestro barco aunque siguiendo aún varias medidas de aislamiento que continuarán hasta el 23 de julio", escribieron.
"Hoy sólo lo vemos cómo una anécdota y como otro motivo de aprendizaje. Estamos listas para seguir superando los (inconvenientes) que vengan y cuántos vengan hasta la última regata", avisaron.
Travascio, abogada de 32 años, y Branz, arquitecta de 30, competirán en la clase 49er. FX femenina de vela, cuya actividad se pondrá en marcha el martes 27 a las 0:05 de Argentina.
Los organizadores de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 relevaron 58 casos positivos de Covid-19 desde el 1 de julio entre las cerca de 20.000 personas (deportistas, entrenadores, dirigentes y periodistas) que llegaron al país con motivo de la máxima cita del deporte mundial.
Este fin de semana se conocieron los primeros casos de coronavirus en la Villa Olímpica: el sábado, un entrenador del seleccionado de fútbol de Sudáfrica, y el domingo, dos jugadores del mismo equipo, lo que derivó en la identificación de 21 contactos estrechos.